Puede resultar chocante que uno de los primeros artículos de un blog de Ibiza hable de un restaurante italiano, pero os aseguramos que hay motivos de sobra para hacerlo.
Bon Sol es una pizzería situada en plena Cala Vadella, de hecho casi podréis tocar la arena de la cala con vuestros pies mientras cenáis, ya que el restaurante es completamente exterior, limitándose su interior exclusivamente a la cocina (totalmente abierta y visible) y los aseos. Su terraza está iluminada con decenas de bombillas de colores y ambientada con música 100% italiana, ya que su gerente, Atilio (un abrazo para él), y el resto de la plantilla que forman Bon Sol son todos de origen italiano.
En su escueta carta encontraréis los platos habituales de un buen restaurante italiano: pizzas, pasta, antipesto, exquisitos postres (el tiramisú es algo de otro planeta) y ensaladas. Os recomendamos compartir platos y no pedir en exceso (esto es algo que se puede aplicar en toda Ibiza), porque las raciones son bien generosas, por lo que un entrante y 2 platos principales puede ser demasiado para 2 personas con un estómago ‘estándar’.
Si bien cualquiera de sus platos os encantarán, no podemos dejar de recomendar los que para nosotros son los reyes de su carta: los tallarines con calabacín y gambas y los tallarines mar e monti… ¡ESPECTACULARES!. Ambos platos van ‘rematados’ con un espectacular gambón a la plancha que hará las delicias de todos los amantes de la pasta, la cual por cierto, es de elaboración propia por los cocineros de Bon Sol.
Para rematar la cena, y después de recomendaros disfrutar de cualquiera de sus postres, a buen seguro que Atilio os ofrecerá degustar el riquísimo Limoncello que guarda con recelo en sus neveras.
La original decoración de su terraza, la música italiana, las vistas al Mediterráneo y la tranquilidad de Cala Vadella, os asegurarán una bonita velada nocturna en esta pizzeria, la cual también ofrece servicio de comidas, pero sin duda las cenas tienen ese algo ‘especial’ que os hará recordarla durante mucho tiempo.
